

Luis Felipe Crespo Cordero
"Pipo Crespo"
Educador, agricultor y deportista:

Francisco (Paco) Soto y Pipo, durante la estadia de Pipo en New York (1954)

Pipo Crespo durantes los actos de graduacion de su Maestria

Club de Tiro al Blanco de Camuy. Al centro Don Francisco De León y a la izquierda Don Pipo Crespo
(1960)
Luego de finalizar su grado de Maestría, Pipo continua trabajando para el Departamento de Educación de Puerto Rico. Su dedicación, interés y deseo de contribuir de forma positiva al mejoramiento del Sistema educativo del país lo llevó a ocupar diferentes posiciones dentro del mismo. Se desempeñó como Maestro de la sala de clases y de ahí pasó a ser Director de Escuelas. Más tarde fue Planificador Educativo y trabajó como Supervisor del Programa de Extensión Educativa. Por varios años en el Pueblo de Lares se desempeno como Superintendente de Escuelas y también ocupó el cargo de Director de la Región Educativa de Arecibo. Mas adelanta acepto trabajar en las oficinas centrales del Departamento de Educación en San Juan, desempeñándose como Ayudante Ejecutivo del Hon. Secretario de Educación. Al momento de su retiro, luego de 37 largos años de servicio, dirigía el Instituto de Reforma Educativa. Este instituto es el que establece y dirige las Escuelas de la Comunidad en Puerto Rico.
Nunca abandonó su finca y sus negocios. Su esposa e hijos le ayudaron en la administración y trabajo de éstos. Tuvo negocio de compra y venta de vehículos usados. Ademas, creo y operó una pequeña fábrica de mantecados ("Mantecados Piauri"). Para principios de la década del 1980, estableció una tienda de piezas de automóviles junto a un taller de mecánica y sala de inspección. Actualmente, uno de sus nietos continúa con este negocio.
Para conocer mejor la vida de este ilustre Camuyano, es necesario saber su historial completo. Pipo no solo se distingue en el área de educación, participó activamente en los deportes y en actividades sociales dirigidas al mejoramiento de las comunidades principalmente de Camuy. Hombre religioso, con una marcada participación en la vida política del país. Además, como ya hemos mencionado un líder dentro de la masonería puertorriqueña.
Desde niño practicó deportes como el baseball, natación, el tiro al blanco y otros. Estos lo mantuvieron ocupado y entretenido, alejándolo de los problemas mundanos que agobian a muchos jóvenes, como en todos los tiempos. En el 1959, junto a otros buenos Camuyanos, como: Francisco de León, Jr., Carmelo González, David Firpi y otros, lograron la construcción del Club de Tiro de Camuy (Camuy Gun Club). Este club ha sido considerado uno de los mejores de su clase en Puerto Rico. Su primer presidente lo fue Don Francisco de León, Jr. y luego lo sustituyó Pipo Crespo quien lo dirigió por espacio de doce (12) años consecutivos.


Pipo Crespo en el 1955 luciendo su uniforme de soldado
Pipo Crespo junto miembros del Club de Tiro al Blanco de Camuy

Pipo Crespo junto a unos de sus autos

En el ámbito de la religión, fue un fiel creyente en Dios por toda su vida. Siempre fue firme en la creencia de la "Inmortalidad del Alma", basada en la Fe Cristiana bajo la divinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Bajo ese concepto religioso profesó la Filosofía Espirita, como guía de mejoramiento moral y espiritual. Respetó y admiró a todas las religiones, entendiendo que éstas están basadas en la existencia de un Dios todo poderoso al cual reconocemos y llamamos nuestro Padre Celestial.
Siempre entendió, según lo aprendió de la Biblia, que en este mundo todos somos verdaderos hermanos. Pipo mencionaba que sus principios religiosos lo llevaron a comprender que la vida es una oportunidad que Dios nos da, para preparar nuestro espíritu para lograr la "vida eterna". Una oportunidad según él, que todo ser humano debe aprovechar.